DIARIO DE VIAJEROS.
VERÓNICA SAVE, QUIEN HASTA HACE POCO TIEMPO VIVIÓ EN LA DULCE, PRONTO EMPRENDERÁ UN VIAJE POR CENTROAMERICA JUNTO A SU NOVIO NACHO. TODAS SUS VIVENCIAS Y SUS ANÉCDOTAS, LAS VAMOS A IR SIGUIENDO PARA DISFRUTAR JUNTO A ELLOS, EL ESPERADO VIAJE A CENTROAMÉRICA. Este viaje nació hace varios años: en conversaciones, en deseos, en búsquedas
VERÓNICA SAVE, QUIEN
HASTA HACE POCO TIEMPO
VIVIÓ EN LA DULCE,
PRONTO EMPRENDERÁ UN
VIAJE POR CENTROAMERICA
JUNTO A SU NOVIO NACHO.
TODAS SUS VIVENCIAS Y SUS
ANÉCDOTAS, LAS VAMOS A IR
SIGUIENDO PARA DISFRUTAR
JUNTO A ELLOS, EL ESPERADO
VIAJE A CENTROAMÉRICA.
Este viaje nació hace varios años: en conversaciones, en deseos, en búsquedas en
Internet, junto con Nacho -mi novio- y, aunque sólo era una idea, a medida que
pasaba el tiempo y nuestros intereses cambiaban, también lo hacia el destino del
viaje, su duración o el transporte que nos llevaría. Pero, concretarlo implicaba no
sólo juntar dinero, sino también que sea el momento de hacerlo. Una sensación.
Entre aquella primera vez que se habló del viaje hasta hoy hubo algo que determinó
qué parte del mundo era la que soñábamos: hacer surf. Primero Nacho y después yo,
empezamos a conocer el mundo del surf, a comprarnos nuestras propias tablas y a
hacer de eso un estilo de vida. Y digo un estilo de vida porque andar en tabla
determinaría qué hacer durante los veranos, pero también a dónde viajaríamos.
Así surge Centroamérica. Países latinoamericanos, con buenas olas, buen clima,
nuestro idioma y mucho por recorrer. Con las tablas bajo el brazo nos vamos siete
meses en carpa.
No es un viaje ya estructurado, queremos tener la libertad de que el mismo recorrido
se vaya construyendo a medida que surjan inquietudes, gente y ganas. Son pocas las
certezas: llegaremos en avión a Panamá el 7 de enero, con el deseo de recorrer Costa
Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belize e incorporar también
Cuba y el sur de México.
Existe la idea de dividir el viaje en dos partes: en los primeros países recorrer el Mar
Caribe y en la segunda parte poder adentrarnos a los pequeños pueblos del centro de
los países. Y a pesar de que no tenemos la intención de trabajar, a medida que podamos
vamos a vender postales artesanales y señaladores de las fotografías que tomemos
durante el trayecto, para solventar algunos gastos.
Es un proyecto muy importante para nosotros, ya que implicó tomar la decisión, dejar
un trabajo o la facultad y concretar lo que nos hace sentir plenos, que es viajar. Porque
además entendemos que viajar no sólo es conocer otras culturas, sino también
conocernos a nosotros mismos.
Verónica Save.
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