Tarde negra vivida en la cancha. La violencia dijo presente
una vez más, se generó un clima que los que amamos al fútbol
repudiamos. Jornada lamentable en la que se  hace difícil
mantenerme alejada  del oficio de periodista. Y no puedo pasar
por alto lo que aconteció.

Me duele en el alma ver lo que ví. Furia, descontrol, impunidad.
Será cierto eso que afirma Eduardo Galeano : “el fútbol es el espejo
del mundo que lo rodea”. Y sería de necios negar que estamos
viviendo en una locura fenomenal, que no conoce límites. Si hasta
un jugador de las inferiores del equipo visitante andaba mostrando
un arma blanca. ¿ Hasta cuándo?  ¿Que ejemplo estamos dejando?

Que alejados estamos de algo que nos señale que camino hay que
seguir  para cambiar una realidad social que nos está atropellando,
a pasos agigantados.

También fui testigo del aliento y festejo de esta actitud de “patoteros”
que nada tiene que ver con el deporte. ¿ Hacia dónde vamos?

¿Cómo le explico a mi sobrino eso que le vengo diciendo desde que
empezó a entrenar, que el fútbol es el deporte más lindo?  Hoy jugó
su primer partido. “perdimos pero igual nos divertimos” argumentó.
Y tenía una carita de felicidad plena por vestir estos colores que tanto
amamos. Con los incidentes en pleno desarrollo se asustó mucho.
Estoy segura que no lo mentí en el concepto general, lo que le hace
daño al fútbol son estos hechos, que no deberían repetirse más.

Pero no aprenden la lección, podrán decirme: “estamos con las
pulsaciones  a mil, no pensás” me pregunto ¿cómo no vas a pensar
en el equipo, en los hinchas, en esos seis que se rompen el alma para
que se pueda jugar, en los que colaboran desinteresadamente, en los
que no concebimos nuestra vida sin ir a alentar al Depo?

Por ahí leí en una red social “empatamos por Knock out”  frase poco
feliz si las hay, con cierto grado de desprecio total por la vida de ese
jugador que se fue en ambulancia de la cancha. No hay respeto por la
vida propia ni la ajena.

Todo seguirá igual si no se plantan y se de el castigo que merecen este
tipo de hechos, sin miramientos y sin contemplaciones.

El resultado final no fue un  frío empate, hoy ganó la violencia…
y  por goleada.

MATILDE DÍAZ.