El efecto lluvia fue una vez más el condimento fuerte que tuvieron las operaciones de cierre de semana en el Mercado de Liniers. Los ofrecimientos, similares a los del miércoles desde el punto de vista numérico, volvieron a resultar muy pobres.
En el segmento se terminó por negociar un 17 por ciento menos de hacienda que en el precedente -4.400 ejemplares menos-. La demanda, que había reinstalado la firmeza, potenció esa actitud con reparto de nuevos beneficios para la totalidad de lo expuesto.
Los novillos mejoraron un 3 por ciento, novillitos y vaquillonas subieron un 5 por ciento, mientras que los terneros un 4. Lo que volvió a ser lo más buscado fueron los lotes de vacas, que en promedio, incrementaron sus precios un 8 por ciento, con una excelente salida de la conserva.