La retención efectiva sobre la soja supera el 50%

Por el cepo cambiario, los productores tienen una retención en la soja del 53% ya que venden la cosecha a dólar oficial y para conseguir dólares para la compra de insumos y bienes de capital, van al mercado de cambio paralelo. Según un informe de Idesa, la retención efectiva de la soja es del 53%

Por el cepo cambiario, los productores tienen una retención en la soja del 53% ya que venden la cosecha a dólar oficial y para conseguir dólares para la compra de insumos y bienes de capital, van al mercado de cambio paralelo.

Según un informe de Idesa, la retención efectiva de la soja es del 53% por el cepo cambiario ya que se obliga a entregar al Estado los dólares que ingresan al país por las exportaciones, recibiendo pesos al tipo de cambio oficial. En paralelo, opera la imposibilidad fáctica de recomprar esos mismos dólares al precio oficial.

El informe explica que el precio internacional de la soja es de aproximadamente 648 dólares la tonelada y por las exportaciones, el Estado recibe los dólares y entrega a los productores pesos al tipo de cambio oficial ($4,6) aplicando la retención a las exportaciones (35%); así, el productor recibe por tonelada de soja que exporta, 1.940 pesos argentinos.

Pero el productor, para volver a hacerse de los dólares que él trajo al país, debe recurrir al mercado paralelo donde el dólar se cotiza en torno a los $6,4; de manera que los 648 dólares exportados se convierten en 305 dólares para el exportador.

Este cálculo aproximado permite mostrar que la alícuota teórica de retención a la exportación del 35% se convierte, gracias al “cepo” cambiario, en una imposición del orden del 53%. Si bien el ejemplo se refiere a la exportación de una tonelada de soja en grano, opera en igual sentido para la producción de aceite y biodiesel.

El uso de tipos de cambios múltiples lleva a que los productores reciban un dólar bajo (el oficial) desalentando las ventas al exterior al perder capacidad competitiva. El fenómeno se potencia porque, aunque en teoría habría facultades legales para comprar insumos y bienes de capital con este mismo dólar (el oficial), en la práctica opera una multiplicidad de trabas burocráticas por las cuales muchas veces hay que apelar al mercado de cambios paralelo. El esquema daña principalmente a las industrias exportadoras, pero por vías indirectas conspira prácticamente contra toda la industria.

La aplicación de un mercado de divisas desdoblado –por el cual los exportadores y una gran cantidad de industrias ligadas deben comprar insumos valuados a dólares caros (el paralelo) y vender su producción a dólares baratos (el oficial)– tiene muchos antecedentes en la Argentina.

Fuente: www.infocampo.com.ar

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