12 de Octubre: Día del Respeto por la Diversidad Cultural.

Antiguamente se celebraba el 12 de octubre como el Día de la Raza. A partir del 2010 esta fecha se vive en Argentina como el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, concepto que está más acorde al valor que le asigna la Constitución Nacional e incluso los Tratados Internacional en la materia. Como sea,

Antiguamente se celebraba el 12 de octubre como el Día de la Raza. A partir del 2010 esta fecha se vive en Argentina como el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, concepto que está más acorde al valor que le asigna la Constitución Nacional e incluso los Tratados Internacional en la materia.

Como sea, se trata de una jornada que debe ser aprovechada para reflexionar y valorar a las distintas identidades culturales que conforman al argentino: la de los pueblos originarios y las que surgieron con las corrientes inmigratorias, sin renunciar a la reflexión histórica, dado que la historia es maestra de vida.
Hoy más que nunca, cuando en el mundo muchas veces prevalece la intolerancia, el miedo hacia el otro distinto, es necesario fortalecer el diálogo intercultural, justamente para que prevalezca lo mejor del espíritu de una persona.
Hay que tener especial cuidado para no caer en “el racismo al revés”. Ni denigrar lo autóctono sino más bien solidarizarnos con sus luchas y reivindicaciones (especialmente el derecho a la tierra, al idioma y a la cultura), pero tampoco desdeñar el asentamiento de comunidades culturales que han encontrado tierra fértil para plantar sus raíces y desplegar sus alas.
La cultura no es una sola y dada para siempre. Es dinámica y en ese dinamismo produce cambios, encuentros… enriquecimientos. Por eso siempre la cultura es crítica y su vivencia permite modificar realidades.
El día del respeto a la diversidad cultural también es una jornada oportuna para la pluralidad, para evitar el monólogo, el monopolio de la palabra y de las ideas. Es decir, se trata de una jornada que reflexionada en profundidad permite vivenciar de otra forma el campo político, económico, religioso, educativo y cultural de los pueblos.
En este contexto se comprende mejor que “el día de la raza” es un concepto obsoleto, que no alcanza a expresar la pluralidad ni tampoco la integridad del ser humano. La raza, en todo caso, es una sola: la humana; más allá incluso de las etnias que identifican (a veces de manera absoluta, en otras relativa) a los pueblos.
La identidad es un concepto de oposición por excelencia. Si se es “A” no se es “B”. Pero también se puede decir soy de Gualeguaychú, de la Costa del Río Uruguay, de Entre Ríos, de la Región Centro o de la Mesopotamia, de Argentina, de América Latina y en un punto “A” será igual a “B”, porque la identidad es un concepto de acumulación e inclusión.
Hoy más que nunca es necesario reafirmar y confirmar los vínculos que unen cultura, desarrollo y diálogo. Se trata, en definitiva, de alimentar la plataforma innovadora de cooperación cultural entre las distintas comunidades: unos aprenden de otros y viceversa, porque nadie es mejor que otro. Solamente los pueblos que saben reconocer integralmente a su cultura son los que tienen mayores posibilidades de relacionarse de manera libre y provechosa con el otro.
Así, la diversidad cultural no es otra cosa que el reflejo de la multiplicidad e interacción de las culturas que coexisten en el mundo y que forman parte del patrimonio común de una ciudad, de una provincia, de una Nación e incluso de la propia humanidad.

Fuente: Diario el Argentino.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.