Siento la necesidad de expresar lo que ayer se vivió en San Cayetano en el encuentro que disputaron Sportivo y Deportivo La Dulce.
Fue literalmente un robo a mano armada. Y no es llorar por un resultado, sino decir una verdad que ocurre hace tiempo en nuestra Liga y no se por qué motivo muchos no quieren ver.
El arbitraje fue un verdadero DESASTRE. Y no es la primera vez que ocurre un hecho de esta naturaleza.
Ya se entra condicionado a la cancha con semejantes delincuentes impartiendo justicia. Estados físicos lamentables, dirigen a 30 metros de la jugada, no castigan con la misma vara ante situaciones similares, deberían volver a leer el bendito Reglamento una y otra vez.
Y como integrante de la Comisión me pregunto si tiene sentido romperte el alma para que se pueda jugar, para que el pueblo tenga un equipo que nos represente, si en un segundo un personaje te roba toda ilusión. Deseo con todo el alma que algún medio tenga las pelotas bien puestas para decir que el Sr. Estarli no puede dirigir ni el tránsito, pero se ve que nadie se anima, tampoco nadie dice que la Liga es una máquina de recaudar dinero, y esto nadie me lo contó lo vivo cada día que hay que mandar las liquidaciones de entradas, el pago a los árbitros y los gastos administrativos. Al menos deberían tener la decencia de capacitar como se debe a estos nefastos hombres de negro, que con las acciones que realizan dejan mucho que desear. He Dicho! y me hago cargo de cada una de las palabras aquí escritas.

Matilde Díaz. Secretaria  de la Comisión Directiva del Club Deportivo.