EDITORIAL. NUBES NEGRAS SOBRE EL CAMPO.
El atípico año de lluvias que estamos transitando, producto del fenómeno de El Niño, ha puesto en jaque a la producción agropecuaria de esta zona, y según los expertos se avecina una magra cosecha de fina, a la vez que se plantean dudas respecto a la inminente siembra de soja, girasol y maíz (denominada cosecha
El atípico año de lluvias que estamos transitando, producto del fenómeno de El Niño, ha puesto en jaque a la producción agropecuaria de esta zona, y según los expertos se avecina una magra cosecha de fina, a la vez que se plantean dudas respecto a la inminente siembra de soja, girasol y maíz (denominada cosecha gruesa), en tiempo y forma.
Según los registros de precipitaciones que lleva adelante la Cooperativa General Necochea, a dos meses de finalizar el año, ha llovido más que para el 2013 en toda la región.
Los registros de lluvia, superiores en la mayoría de los casos en más de 100 milímetros, han conformado un panorama inquietante, que producirá fuertes pérdidas para los productores y en consecuencia a la economía de todas las poblaciones a las que llega Sendero Regional.
En los primeros días de diciembre se producirá la cosecha de cebada y a mediados la de trigo, que según lo que preanuncian los productores de esta zona será pobre, producto de la existencia de muchas tierras inundadas y la persistentes lluvias sobre los cultivos de cebada que afectan directamente su normal desarrollo y consecuentemente su rendimiento.
También la actividad ganadera se ve afectada toda vez que bastas extensiones quedan bajo el agua perdiendo grandes cantidades de pastos nuevos y la pasibilidad de la generación de forrajes.
Asimismo dan cuenta que el pésimo estado en el que ha quedado la mayoría de los caminos ribereños impide el ingreso de insumos y máquinas como para ejecutar una siembra adecuada de la gruesa.
A la angustiante situación de observar cientos de hectáreas tapadas por el agua, que tardarán mucho en recuperarse, se ha sumado una polémica en torno a la incidencia que han tenido o no la siembra directa o la no rotación de cultivos en los campos de la zona, para que las repetidas lluvias se hayan transformado en inundaciones.
No pocos sostienen que las consecuencias de este fenómeno de precipitaciones se ha visto potenciado por la falta de las obras hídricas que desde hace años se reclama al gobierno provincial. Es importante para este medio que los profesionales en la materia nos contacten para expresar sus conocimientos acerca de esta crítica situación. El cambio climático de los últimos tiempos completa el panorama de los causales de esta angustiante realidad.
La cadena agroexportadora, con Puerto Quequén como puerta de salida al exterior de nuestra producción, es la polea en la cual se basa la economía de esta región del sudeste bonaerense.
La comprometedora encrucijada en la que el factor climático ha puesto al campo por estos días, no hace otra cosa que posar nubarrones negros sobre una rendidora explotación del suelo y por ende la preocupación e interrogantes de este importante sector productivo crecen con el correr de los días.
CARLOS LABORANTI
Director Ejecutivo de Sendero Regional.
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