Sres. de La Dulce Digital

De mi mayor consideración: Desde fines del siglo XIX nada menos que Don Florentino Ameghino escribió -atendiendo a los problemas de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires-, que la naturaleza sabiamente había concentrado agua en puntos estratégicos naturales de su territorio para acumular agua y que estos puntos afectaban una superficie equivalente a un tanto por ciento despreciable de su superficie y que si por razones patrimoniales alguien «metía mano a esos lugares» se iban a provocar inundaciones indebidas y antinaturales. Frente a lo que ya se había hecho el genial italiano afirmaba: volvamos a tener las lagunas que la naturaleza «previó» para preservar la riqueza del suelo y tratemos el tema de otra manera.

Ahora bien, el origen actual de las inundaciones de Buenos Aires tienen su origen en el no tratamiento de las aguas que bajan hacia la cuenca del salado desde Córdoba y por malos manejos de los mendocinos con el agua de su principal río y la solución es hacer un contrato de colaboración con los que más saben del tema y uniendo una Empresa Holandesa (especialistas en hidráulica) y una empresa nacional, en menos de 2 años se terminarían no solamente con los problemas de La Dulce…sino, con los problemas de la Provincia de Córdoba, de Mendoza y de Buenos Aires, y también de La Pampa ya que le devolveríamos a su gran río seco, el agua que malos productores con malas obras le sacaron.

Como dijo Ortega y Gasset: «Argentinos a las cosas».

En lo puntual de La Dulce le doy la razón al Sr. Pascual Mammoliti.

Jorge Dieuzeide y Braña

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