Ayer por la mañana, en ambas escuelas primarias se realizó un taller de buenas prácticas agrícolas para una agricultura sustentable. El mismo estuvo a cargo de CASAFE, Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes, invitados por la Cooperativa Agropecuaria La Segunda. La propuesta de  es utilizar las herramientas de la narración y las historietas para comunicar conceptos fundamentales de las buenas prácticas agrícolas.

Magalí López Manetto, Coordinadora de Comunicación y Prensa de CASAFE, explicó que el taller está destinado a niños de entre 7 y 10 años

para niños de entre 7 y 10 años, el objetivo es poder llevar las buenas prácticas agrícolas al campo y hacerlo a través de los niños «porque la idea es sembrar para el futuro- y añadió -creemos que los chicos están en pleno aprendizaje y nos parece una buena manera de llegar con nuestro mensaje y que sean los chicos los que les enseñen a los padres».

-¿Cuál es el objetivo?
– El objetivo es poder llevar las buenas prácticas agrícolas al campo a través de la mano de los chicos. Poder explicarles conceptos que nos parecen fundamentales, que comprendan que los productos fitosanitarios deben ser utilizados de manera responsable, tener un uso seguro y para eso debemos protegernos, utilizar los equipos de protección personal y es fundamental que una vez que hacemos la carga de la pulverizadora lavemos los envases vacíos y que no los dejemos tirados en el campo.

-¿Qué se debe hacer con los envases vacíos?
-Los envases necesitan un tratamiento específico, se hace un triple lavado dentro de la máquina pulverizadora y el agua que queda dentro del envase se tira al tanque de la pulverizadora. Los envases se deben perforar para que se inutilicen y se guardan en un galpón hasta llevarlos a un centro de reciclado. Eso es lo ideal y son los conceptos que le transmitimos a los chicos.

-¿Cómo reciben estos mensajes?
-En esta primera experiencia fuimos muy bien recibidos creo que se engancharon mucho con las historias, las narradoras también tuvieron mucho que ver, pudieron crear un clima ameno y transmitir el mensaje para que ellos lo capten y jugando, que es como los chicos aprenden.

Norma Ronchi, junto a Teresita Bustos y Claudia Monstesino, fueron las tres narradoras encargadas del taller que tuvo lugar en las escuelas primarias y con quien dialogamos.

-¿En que consisten esas narraciones?
-Básicamente en narrar la historia en formato de historieta que construyó CASAFE y hacer hincapié en los ejes que queremos transmitir.

-¿Cómo reciben los chicos estas historias?
-Maravillosamente. Porque creamos una canción, cantamos, jugamos, hicimos una dinámica de juegos, con mucha alegria, como decía Aristóteles: «los conocimientos llegan a través del corazón», para que lleguen a la razón, tenemos que llegar al corazón y los narradores orales nos encargamos de ponerle sangre, latido, calor y tibieza a las letras frías de un molde que están impresas.

-¿Con que se encontraron? ¿Con chicos comprometidos? ¿Chicos que tienen idea del cuidado del medio ambiente?
-Yo encontré chicos que saben lo que es una máquina pulverizadora, que saben de los trajes adecuados, quizas no haya una plena conciencia de la importancia del por qué es tan importante usar los elementos de protección para el trabajo, para protegerse y para cuidar el medio ambiente, porque la Pachamama es nuestra única casa y tenemos que respetarla, cuidarla y convivir. Somos muchos y hay que respetarla

-¿Qué impresión en particular te llevas de los chicos de La Dulce?
-Una impresión maravillosa, son plenos, frescos, maravillosos, llenos de alegría, de vida y de conocimiento muy responsable, porque nos hacían preguntas que tienen que ver con la importancia del cuidado. Y la idea es, así como en algún momento se hicieron campañas de previención para que el adulto aprenda a usar cinturón de seguridad a traves de los niños y hoy en día todos lo usamos, de esa misma manera, llevar la conciencia del cuidado a través de los niños.

Agradecimiento.

Me gustaría agradecer a CASAFE y a todas las escuelas que nos abrieron las puertas, a las docentes, a las autoridades y a la gente de La Dulce que se permitió y nos permitió vivir esta experiencia.