Los brindis cargados de buenos deseos y la señal de cambios, en los tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal, hacen de este nuevo ciclo de cuatro años, un camino cargado de esperanza.
Se palpa en la calles, en las charlas y en lo que reflejan la mayoría de los medios, que para muchos, las expectativas en este nuevo ciclo aparecen llenas de cambio. En lo individual cada uno seguirá transitando por su camino, sin dejar de lado el denodado esfuerzo para mantener la economía personal o familiar, el ritmo vertiginoso en cuanto a labores, y ciertas preocupaciones en lo inmediato, como lo son la acelerada inflación y la inseguridad que parece muy lejos de aquietarse.
Sin embargo, hay un buen número de habitantes de las localidades a la que arriba cada semana Sendero Regional, de acuerdo o no, con la llegada de los nuevos gobiernos han renovado sus sueños y ansias de progreso.
Esta actitud resulta una interesante forma de enfrentar los problemas que se irán presentando, fundamentalmente en aquellas áreas como las de la producción, campo, comercio e industria, de las cuales dependen miles de personas en nuestra región.
Como bien se sabe, la cadena agro-exportadora y alimentaria es la columna vertebral de la economía en este rincón sudeste de la Provincia de Buenos Aires y bajo el panorama que se avecina, habrá que redoblar los esfuerzos y apelar a la inteligencia, astucia y valor para mantener las estructuras familiares y fundamentalmente la de aquellos que dan trabajo a terceros.
Tampoco hay que olvidar lo prometido en las distintas campañas electorales, las propuestas y promesas de los entusiastas candidatos. Como ciudadanos hemos cumplido con la obligación cívica del sufragio, ahora sería interesante que analicemos lo mejor posible qué nos pasó en los últimos tiempos como país y los resultados de las elecciones. Que escuchemos a los candidatos electos con un oído atento y un pensamiento crítico pero constructivo. Es hora que participemos activamente a través de instituciones, proyectos sociales y en toda aquella pequeña colaboración ciudadana que nos permita crecer como persona.
Dejando de lado las diferencias de acuerdo a cada situación personal, lo cierto es que ya estamos transitando una nueva etapa de la historia de nuestro maravilloso país. Y como no somos dioses ni tenemos la facultad de predecir con total certeza el futuro, sólo nos queda el desafío diario de poner lo mejor de nosotros mismos, para mantener y hacer crecer los aspectos en los que nos ha ido bien, y modificar o desterrar de nuestras vidas las cosas negativas.
Como ya lo expresáramos en editoriales anteriores, desde esta publicación estamos prestos y ansiosos por seguir acompañando las vivencias, ansias e inquietudes de quienes gobiernan y habitan desde el llano, este hermoso suelo de las localidades de Lobería, San Manuel, Necochea, La Dulce, Juan N. Fernández, Ramón Santamarina, Claraz y San Cayetano.

CARLOS LABORANTI
Director Ejecutivo