El Padre Román Bustinza celebró sus 50 años de vida sacerdotal.
Con la presencia del Obispo de Mar del Plata, Monseñor Antonio Marino.
Una jornada de mucha fe y emoción se vivió ayer en nuestra localidad, en la misa celebrada en el C.E.F. N° 17 por el Obispo de Mar del Plata, Monseñor Antonio Marino, con motivo del 50° aniversario de vida sacerdotal del Padre Román Bustinza. De la misma participaron más de cuarenta sacerdotes de distintas iglesias de la provincia y casi 300 fieles de nuestra localidad, Juan N. Fernández y de distintos establecimientos rurales de nuestra zona.
Bustinza es párroco en nuestra localidad desde hace 19 años, época en la que llegó luego de haber cumplido sus funciones en la selva amazónica y a donde llegó buscando un lugar que «pasara inadvertido» y al que pronto adoptó como propio «cuando llego a la ruta de La Dulce, pienso, ya estoy en casa», manifestó en la misa, además de expresar su agradecimiento a los fieles presentes.
A los 78 años y tras haberse sometido a una operación de corazón que lo mantuvo alejado durante algunos meses de su iglesia, se encuentra recuperado pero «soy consciente que tengo que ir dejando mi lugar a gente más joven, -señaló y agregó- en La Dulce me he sentido acompañado, la gente me ha recibido siempre muy bien y me han hecho sentir muy bien» -manifestó, además de recordar especialmente a Enrique Betz, quien además de brindarle su amistad fue un «muy buen consejero y de mucha ayuda», expresó.
Al finalizar la ceremonia, el Obispo bendijo una imagen de la Virgen de Lujan, que fue donada por el Ing. Gastón Cetolini y su esposa, «es algo muy gratificante que lleguen estos regalos a la parroquia, sobre todo cuando vienen de jóvenes que han salido de nuestra parroquia» finalizó Bustinza.
Galería de imágenes. Clic aquí.
Vídeo. Clic aquí.
Deja una respuesta