Comenzaron las clases en el nivel secundario.
La Directora Leticia Fuhr habló sobre los cambios que se debieron realizar a partir de la estatización del colegio y sobre los proyectos a realizar durante el ciclo lectivo 2016.
La Directora de la Escuela Secundaria N° 18, Leticia Fuhr, dio comienzo al ciclo lectivo 2016. Este año tuvo la particularidad que las dos escuelas primarias comenzaron con el 1° año del secundario en el establecimiento, a diferencia de como se venía haciendo, que la escuela 42 albergaba a los alumnos hasta el 2° año del secundario. Fuhr manifestó encontrarse «contentos por poder tener y por haber tomado la decisión de tener a todos los chicos de 1° año en el edificio, que es el lugar de ellos, sabiendo que es un año de lucha y de seguimiento con respecto a lo que nos falta que es un aula».
Fuhr se dirigió a los alumnos y el eje del discurso estuvo centrado en el compromiso y el trabajo entre todos, «les hable claramente para que se comprometan, para que participen y que generen ideas. Les recomendé que aprovechen este espacio -añadió- La escuela tiene las puertas abiertas para ellos y para toda la comunidad, pero lo principal es que se comprometan con el trabajo y la quieran», subrayó.
Desde hace tiempo, el principal inconveniente con que tropieza el colegio, es la falta de espacio para albergar a los alumnos, pero por ahora, lo que se hizo, fue adaptar la sala de profesores para los alumnos de 6° que es el curso con menos matrícula y ésta se trasladó a la biblioteca, hasta que se resuelva esta situación. «El colegio tiene una matricula total el de 212 alumnos, dos 1°, A y B de 26 alumnos cada curso y los cursos van modificando su matrícula a medida que van llegando a 6° año», aclaró Fuhr.
Fuhr recordó que el traspaso ya fue dado. «Somos escuela secundaria 18, -señaló- eso ya es un hecho, lo que nos falta es solucionar algunas cuestiones que tienen que ver con el espacio y con la carga horaria, sigue siendo una escuela de jornada completa pero tratamos de abrir esos talleres hacia todos los chicos, para que todos tengan los mismos derechos».
Con respecto al uniforme, que fue desde siempre un elemento representativo de la identidad del colegio secundario, Fuhr aclaró que en ese sentido se «trabajó desde el centro de estudiantes el año pasado, cuando el instituto pasó a ser escuela secundaria N° 18, se generó una especie de preocupación por el uniforme, entonces los chicos se organizaron e hicieron una encuesta, yo les pedí que amplíen el tema del uniforme y también se los tuvo en cuenta a los que ingresaban a 1° año y el 94% votó por el uniforme, así que fue decisión de ellos continuar con su uso».
¿Cómo se resolvió la doble jornada para los alumnos de 1° año?
-Tuvimos que tomar decisiones, escuchar lo que los chicos y los padres nos decían. Muchos querían el corte de los talleres, entonces se generaba esta situación de que los alumnos que provenían de la escuela 42 se querían pasar a la escuela 5, como si la escuela 18 fueran dos escuelas distintas. Entonces, lo que hicimos, fue tomar la decisión de generar un ciclo básico de jornada simple y las horas excedentes de los profesores que provenían del A, se van a distribuir en los A y en los B, como acompañante pedagógico, como una especie de profesor de ayuda en las tareas escolares, en lo que sería el plan mejoras. En las horas de la tarde se generarán talleres que serán ofrecidos en los distintos cursos, no solamente a los chicos que venían del A por obligación sino por el compromiso y por el gusto.
-¿Cómo funcionarán los talleres de la tarde?
– Los talleres van a estar en la carga horaria que los profesores tenían. Son decisiones que se van a ir tomando durante la semana y que se les va a comunicar a los chicos en el transcurso de esta semana también, pero lo que hablamos con los profesores, es trabajar con las áreas que el profesor está capacitado y se charlará con ellos hacia quienes estará dirigido.
Para finalizar, Fuhr también aclaró su situación con respecto a su nombramiento en el cargo «por ahora soy directora provisional de la escuela 18, es un tema de los tantos que hay que resolver. Igual que el nombre del colegio, ya que hay que gestionarlo desde el inicio, como si no hubiera tenido nombre, son cosas que fueron quedando y que hay que ir corrigiendo y resolviendo».
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