JUVENTUD SOLIDARIA, UN EJEMPLO A SEGUIR POR TODOS.
Nota editorial de Sendero Regional de esta semana.
Hoy más que nunca me atrevo a desafiar a aquellos que predican: “La juventud está perdida”.
En general, esta frase se recicla cada vez que sucede un hecho reprochable con algún joven como protagonista.
Pero por cada hecho de estos, que existieron siempre y probablemente seguirán sucediendo, aparecen decenas de situaciones que merecen ser destacadas y que muchas veces tienen un espacio pequeño en los grandes medios.
Desde nuestro humilde lugar, deseamos destacar acciones realizadas por la juventud de localidades a las que semanalmente llega Sendero Regional.
Sin ir más lejos, semanas atrás, Cáritas Parroquial Lobería, junto al Grupo Solidario, llevaron adelante una campaña para recolectar ropa de abrigo que será destinada a quienes más lo necesitan, para que puedan sobrellevar de mejor manera el invierno.
La jornada estuvo desdoblada en dos sábados consecutivos; en el primero de ellos se recorrió casa por casa dando aviso de la misma, y al siguiente la recorrida fue juntando las donaciones.
Fueron dos sábados fríos, lluviosos y la convocatoria era temprano por la mañana.
Pues nada de esto fue impedimento para que un grupo muy importante de jóvenes dijera presente, transformándose en protagonista de este hecho solidario.
Había que ver la alegría con la que participaron de la campaña, sonrientes, felices, orgullosos de estar ayudando a quien lo necesita.
Pero esto no fue un hecho aislado, pues vale recordar tiempo atrás cuando un grupo de jóvenes amantes del rock, llevaron a cabo un festival solidario para recaudar fondos para un pequeño que atraviesa una difícil enfermedad.
Algo similar vemos todos los años en Juan N. Fernández, donde los alumnos del Insituto Excelsior, en la materia “Construcción Ciudadana”, con la profesora Alejandra Waldbillig, llevan adelante el proyecto solidario “Un libro una sonrisa”.
Mediante esta campaña, logran la donación de libros que luego llevan a otras instituciones de la localidad.
También puede destacarse la actitud de Rodrigo León, un padre de familia de Juan N. Fernández, que todos los sábados, les brinda el desayuno a más de 30 chicos en el Club Fernandense. Este joven encontró a su vez el eco solidario de otras personas, que lo ayudan a preparar y servir el desayuno, además de quienes le realizan donaciones.
En La Dulce, a principios de año, asistimos al gesto del grupo juvenil “Sembradores de Esperanza”, que pertenece a la Parroquia “Nuestra Señora de Lujan”, que realizó una campaña para juntar juguetes y repartirlos el día de Reyes.
Por otra parte, un par de semanas atrás informábamos sobre el inicio de la tercera temporada del programa radial “Jovenmente”, que realizan Florencia Peñalva, Lucía Salazar, Pablo Herrera y Alfonsina Pérez, quienes abordan con seriedad y responsabilidad, temas que les preocupan e interesan, como redes sociales, la comunicación, datos curiosos y música, ofreciendo su mirada en ese sentido.
Los mencionados son apenas algunos ejemplos de los muchos que hay, de jóvenes estudiantes, deportistas, artistas, trabajadores, militantes políticos, que se levantan cada día buscando contribuir con su esfuerzo y desde el lugar que le toca, al desarrollo del país, a generar una sociedad más justa y solidaria.
Ejemplos malos, seguramente los habrá, pero son sin lugar a dudas una minoría, comparados con los cientos y miles de jóvenes con principios, valores y actitudes, que nos hacen ver a los mayores que un mundo mejor es posible.
La juventud no está perdida, por el contrario, la juventud es el futuro y en ella confiamos…
Carlos M. Laboranti
Director Ejecutivo.
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