Y LA TRANQUERA SE ABRIÓ…
Los recuerdos de Joanie López Pueyrredón sobre los recuerdos de los inicios del Jardín de Infantes N° 904.
Hoy el Jardín de Infantes N° 904 cumple cincuenta años de funcionamiento. Seguramente habrá cientos de anécdotas en todos estos años sobre cómo se trabajo, se mantuvo, se mejoro y se sigue mejorando, año tras año por la Cooperadora y el apoyo de mucha gente.
Lo siguiente es un sencillo recuerdo de la «Doma» que al ser un éxito, nos permitió iniciar los arreglos en el edificio donado por la familia Ciancaglini.
Y LA TRANQUERA SE ABRIÓ…
Había consultado a los que tenían experiencia en la organización de estas jineteadas sobre en qué horario se debería abrir la tranquera para la entrada al potrero. Yo creí que a las 8 horas seria lógico, pero nuestro Gaucho Danes, Don Alfredo largó una carcajada y en su linda tonada criolla me aseguró que las 6 en punto era lo que se usaba!!
El hombre sabia, porque cuando llegué con un manojo de llaves para abrir La tranquera (ahora es Est. La Masia) sobre el camino a Lumb, me asombro un espectáculo increíble: En las dos direcciones había una prolija cola de toda clase de vehículos: camiones, autos, camionetas, sulkys, muchos jinetes… en fin algo que nos llenó de felicidad… junto con el amanecer de lo que parecía pronosticar un hermoso día.
Entraron y en orden se acomodaron alrededor de la pista y nosotros empezamos a trabajar. Cada uno en lo que había sido designado. Nadie falló.
Sería difícil nombrar a todos, porque fue la obra de una unión entre muchísima gente y entidades y esto fue lo que nos permitió pasar un día fantástico. Todo salio bien, con buenísimos resultados en ésta y sucesivas domas que se hicieron.
Es imposible explicar lo que fue la colaboración. Las damas que se asfixiaban haciendo miles de milanesas en una casilla, los asadores que no se cansaban de atender las parrillas y asadores todo el día. Ni hablar de los trabajos iniciales durante toda la semana. Los «fleteros», quienes iban y venían trayendo todas las miles de cosas necesarias para armar algo que funcione bien y lejos de su base. No olvidarse de NADA… y rezar que no llueva.
El sol se iba poniendo y la gente se empezó a retirar lentamente, porque algunos se quedaron para aprovechar la música, bailando a la luz de los «sol de noche», mientras nosotros empezábamos a ordenar. Era cerca de la una de la mañana del día siguiente cuando con la escolta de la policía y empleados del Banco Provincia, depositamos una importantísima suma en la bóveda que luego permito el inicio de las primeras obras en el edificio.
Y se hizo, con una fusión de ganas, energía y un «yo no se que» que duro bastante tiempo, con comisiones de cooperadoras que tienen este hermoso Jardín como evidencia de su trabajo..
Al cerrar la tranquera esa noche, mientras se asentaba la polvareda tras los últimos autos, pensé… quizás hoy realmente se abrió una tranquera importante para nuestro pueblo.
Nuestros hijos fueron de los primeros alumnos del Jardín 904 , en la Escuela 5, (se usaba la casa de la Directora) y luego en el actual Jardín.
Quisiera agradecer a todos que han seguido mejorando el Jardín que empezó a aparecer el día «que abrimos la tranquera» y juntos empezamos una historia que hoy cumple 50 hermosos años…
MUCHAS FELICIDADES!
Joan Cuthbert de Lopez Pueyrredon,
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