Durante estos últimos años, fueron varias las batallas que mi papá tuvo que pelear con su salud. Fueron varias y no fueron sencillas. Pero las peleó y ganó a todas. Fue por eso, tal vez, que fue tan difícil aceptar que con su última batalla no fuera a poder. Pero como siempre lo hizo, se puso de pie y dio batalla. Hasta el último día.

Los últimos meses fueron los más difíciles, tanto para él como para nosotras, pero se hicieron más llevaderos gracias al apoyo y la compañía de nuestras familias y amigos. Y de sus amigos, que fueron incondicionales. 

Queremos agradecer enormemente a todo el personal de la Unidad Sanitaria local. Si bien es sabido la calidad humana con que tratan a los pacientes y a sus familiares, bien vale reconocerlo y agradecerlo. A todos y cada uno de ellos, muchas gracias!

También al Dr. Humberto Pascucci. quien atendió a nuestro papá con profesionalidad y cariño.

Al Club de Amistad y Servicio, quienes silenciosamente hacen una labor magnifica y ayuda desinteresada a quien lo necesite.

Nuevamente gracias a todos los que nos acompañan todos los días con palabras de afecto y cariño, recordándolo como era el. Un roble. Un árbol de buena madera. De la que se rompe pero no se dobla.

Esteli, Karen y Julieta.