En el marco de la presentación del libro Sinceramente, de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, en la Feria del Libro, la periodista dulcense María Eugenia Duffard, fue insultada, agraviada y amenazada mientras realizaba su trabajo para el canal de noticias TN y para Canal 13.

Como es sabido, no hubo para dicha presentación, acreditaciones a periodistas, solo tenían acceso quienes hubieran recibido invitación especial. De todas maneras, Maru Duffard fue enviada junto a su equipo, para cubrir desde afuera del salón lo que acontecía.

Fue ahí donde un grupo de militantes kirchneristas la reconoció y mientras realizaba su trabajo, interrumpían su salida al aire con cantos que decían «Clarin basura, vos sos la dictadura» «Mauricio Macri la p.. que te parió», «Tomala vos, dámela a mi, el que no salta es de Clarin», mientras otras voces le gritaban «mentirosa, mentirosa»

Además del hecho repudiable de por si, hay cosas que resultan extrañas:
«Basura vas a ir en cana», le grita desaforadamente un hombre repetidas veces. Estoy segura que si le preguntan bajo qué cargos, no sabría que responder.
«Vos sos la dictadura», es otra de las cosas que le gritan a Duffard. ¿La dictadura? ¿Enserio le dicen a Maru que es la dictadura? Nació en plena democracia, algo que muchos de los que gritaban, parecen no reconocer todavía.
Otra de las cosas «extrañas» que se pueden ver, son los carteles que llevan los militantes y que los ponen frente a las cámaras para que se lean sus reclamos. ¿Usan el medio al que increpan para visibilizar sus reclamos? Extraño, ¿no?

Pero esto no termina acá. En las redes continuaron las opiniones. A favor y en contra. Increíblemente hay gente lo justifica. ¿Se puede estar a favor de gente que le grita a una empleada, que fue enviada a cubrir un evento?
Se podrá estar en contra de una idea política, de un modelo económico y de mil cosas más. Pero… ¿justificar la agresión? Es su trabajo y va a donde la mandan. Como hace cualquier empleado en cualquier tipo de trabajo.

Y hablando de redes y repercusiones, era esperable un comunicado de solidaridad de parte del grupo de actrices argentinas, que generalmente apoyan y contienen a mujeres que han sido agredidas de diferentes maneras. Pero no, no hubo «sororidad» en este caso. Otra vez: Extraño, ¿no?

De más está expresar mi solidaridad con Maru Duffard, quien ha demostrado muchísimas veces su profesionalismo e imparcialidad y en este caso en particular, su profesionalismo se sacó un 10 felicitado. De más está expresar la impotencia que se siente de ver a una mujer, en medio de una multitud, siendo insultada y amenazada.

Para finalizar quiero decir que cuando vi los diferente vídeos que circularon, no me puse en el lugar de Maru. Me puse en el de sus padres, que seguramente estaban mirando a su hija que salía en la tele, como lo harán siempre, y como haríamos cualquiera de nosotros si tuviera un hijo con ese trabajo, y tener que ver a su hija en esa situación, solo por el hecho de trabajar en un medio que mostró la corrupción de un gobierno, me pareció indignante.

Vivimos en democracia, pero de la boca para afuera, para adentro hay muchos que todavía no lo entendieron.