Por Esteban Mikkelsen Jensen para Diario Clarin.
«Secretaría de Salud. Municipalidad San Cayetano. Covid-19. Informe diario 29/03/2020. Casos confirmados 1. Casos en observación 1. Personas en aislamiento 33. Personas que culminaron el aislamiento 20«. El informe, con sus fríos números, cayó este domingo con la fuerza de una bomba en San Cayetano, una localidad de 10 mil habitantes en el sur bonaerense.
Y no es para menos, ya que la persona infectada de coronavirus es una enfermera que trabaja en un geriátrico con 25 residentes y cuyo esposo también desempeña tareas como asistente gerontológico en el Hogar Raimondi, el asilo de ancianos más importante de Necochea.
La mujer, madre de dos nenas de 4 años y 8 meses, tiene 47 años y no hizo ningún viaje reciente. Su marido, de 28, tampoco.
«Buenas noches, vecinos. Coronavirus. Malas noticias», anunció el domingo el intendente radical Miguel Gargaglione en un mensaje de dos minutos y medio de duración que subió a las redes sociales, en el cual dijo que «están muy golpeados» porque esperaban «seguir algunos días sin tener este tipo de noticias».
El jefe comunal, que va por su cuarto mandato de gestión y cumplirá 60 años en pocas semanas, se quejó de la «irresponsabilidad ciudadana» porque «no se está cumpliendo con la cuarentena que ha dispuesto el Presidente de la Nación» Alberto Fernández desde el 20 de marzo.
«No esperábamos que llegara tan rápido. Ahora estamos indagando cómo pudo haber llegado, porque ni la enfermera contagiada ni su marido, que no tiene síntomas, hicieron viajes recientes», le dijo Gargaglione a Clarín.
El Hospital de San Cayetano, en la provincia de Buenos Aires.
Según vecinos consultados por este diario, al menos cuatro personas interactuaron con ella mientras estaba infectada, por lo que ahora se disparó la alerta máxima.
En la ciudad, los negocios permanecen abiertos hasta las cuatro de la tarde. Pero, según Gargaglione, «la gente en general no respeta la distancia en las filas de los comercios ni de los cajeros automáticos de los bancos». Por eso, advierte con enojo: «Son épocas para cuidarse y no para hacer relaciones públicas«.
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