En 2004 se estrenaba en los cines «Luna de Avellaneda», donde un grupo de vecinos se reúne con la misión de reflotar un club de barrio, que se encontraba inmerso en una crisis y pronto a desaparecer.

Matilde Díaz usa la figura de la película para poner en contexto la crisis por la que atraviesa el Club Deportivo de La Dulce, aunque también deja ver la esperanza de que con una nueva gestión, el club vuelva a resurgir y a cumplir el rol para el que fue creado y que durante tantos años lo desempeñó.

Como en la película “Luna de Avellaneda” la tarea es salvar al club. Van a tener que trabajar y mucho quiénes tomen las riendas de esta institución histórica de La Dulce. Pero el sentimiento puede mas que cualquier mala gestión anterior. Al frente de esta movida está Ricardo “Tachi” Bastía, quien vistiera la casaca de Nicanor Olivera durante varias temporadas. Acompañado por un grupo de simpatizantes cuya premisa es recuperar y poner en valor lo que queda del club.

Con la seguridad que lo caracterizó como jugador afirmó: “somos gente que tomamos la posta para levantar al club, tenemos un lindo proyecto pero todavía no lo podemos llevar a cabo”. Preocupa la situación jurídica de la institución, al respecto comentó “ los primeros días de Enero nos reunimos con un representante de Personería Jurídica. No es bueno el panorama pero lo importante es resolver todas las cuestiones que están mal.  Son cosas solucionables. TODO LO QUE SE HIZO SE HIZO MAL”

Así mismo confirmó que el jueves 8 se realizará la Asamblea General Ordinaria. Vale acotar que en el mes de Octubre de 2023, en una reunión pública Miguel Farías, presidente de la institución se comprometió a trabajar en “los papeles” para dejar todo en orden. Nada de eso ocurrió. Se perdió un tiempo valiosísimo. Lo que pasó…pasó y ya no hay vuelta atrás. El objetivo es trabajar y remarcó en varias oportunidades “el ser transparentes, que la gente vuelva a confiar”.

En relación a lo futbolístico, esperan lo que ocurra el próximo jueves para dar conocer  información.

Hoy el presente indica que este grupo de gente asumió el compromiso de poner de pié a este club que es sinónimo del pueblo. Unidos por el amor a los colores. El objetivo que tienen es hacer las cosas bien y dejar todo en condiciones para los que vienen después.     

Como dice el personaje de la película: “Necesitamos serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, valor para cambiar las cosas que sí podemos y sabiduría para poder diferenciarlas”.