En 1980 se lanzó el sencillo de la legendaria banda Pink Floyd «Confortably Numb», que traducido al español sería «Confortablemente adormecido». Este año se cumplen 45 años de ese lanzamiento y la letra, o al menos el título, me parece de una vigencia escalofriante.

Ninguna otra palabra podría definir mejor a lo que nos ha sucedido como sociedad.

Confortablemente adormecidos fuimos cayendo en un precipio que pareciera no tener final. Y seguimos cayendo y callando.
Y conformándonos.
Qué caro nos está saliendo el confort…

Ayer corrió como reguero de pólvora una noticia desafortunada. Una noticia que es vox populi y que no vamos a hacer mención al respecto. Porque acá, ya todos lo saben y porque en los medios de Necochea figura en las primeras planas. Como pasa siempre cuando ocurre un hecho de esta clase.

Somos noticia en los medios por hechos desagradables o desafortunados, acá es tema de conversación en la calle y mensajes de Whatsapp en todos los grupos. Pero nada más. De ahí no salimos. Los hechos no se resuelven, el tiempo pasa y todo queda en la nada. Hasta nuevo aviso.

Y mientras tanto, acá, estamos confortablemente adormecidos.
Confortablemente adormecidos nos quedamos con que las cámaras tienen micro cortes ¿?
Confortablemente adormecidos nos quedamos sin médicos en la Unidad Sanitaria.
Confortablemente adormecidos tuvimos a la Unidad Sanitaria ocho meses sin gas.
Confortablemente adormecidos tuvimos a todas las instituciones educativas con problemas de gas, algunas sin gas durante meses, otra aún sin gas en el SUM.
Confortablemente adormecidos nos quedamos sin poder usar el POLI.
Confortablemente adormecidos nos quedamos sin baile de egresados en el CEF.
Confortablemente adormecidos mientras los chorros entran al pueblo, delinquen, torturan, roban y se van. Y nadie ve nada.
Confortablemente adormecidos permitimos que personas inescrupulosas manejen los fondos de algunas instituciones intermedias, dejando la institución al borde del colapso y sus bolsillos regordetes.
Confortablemente adormecidos pasamos de ser un pueblo pujante y ejemplar a ser más de lo mismo. Una gota del mismo océano. Que triste y lamentable realidad estamos viviendo.

Confortablemente adormecidos nos quedamos con que «Y… ¿Qué vamos a hacer?… Así estamos…»

Alguien, hace muchos años, me dijo que La Dulce era una maqueta de cómo debía ser una sociedad. Nos describió como un modelo a seguir. Me gustaría encontrarme con esa persona (aunque ya no vive aquí) y poder decirle que seguimos siendo esa sociedad. Pero estamos confortablemente adormecidos.

¿Que hacemos? Seguimos confortablemente adormecidos… ¿o nos despertamos?