Inundaciones, lamentable pero real.
Editorial de Sendero Regional de esta semana. Por Carlos Laboranti. Director Ejecutivo.
Lamentablemente, una vez más, las importantes lluvias caídas, generaron graves inundaciones en diversas localidades del noroeste de la Provincia de Buenos Aires.
Localidades como Luján, Lobos, Areco, Salto, La Matanza y Arrecifes, fueron las más afectadas y miles de familias perdieron absolutamente todo, ya que sus casas, quedaron literalmente bajo el agua.
Esta triste situación, se dio justamente en medio de la campaña rumbo a las elecciones de octubre, lo que hizo que la clase política en sus mayoría de nuestro país, estuviera más preocupada por el costo que podía pagar o el rédito que podía sacar, que por solucionarle los problemas a los ciudadanos que atravesaban un difícil momento.
Desde el gobernador y candidato a presidente, Daniel Scioli, hasta su contrincante, Mauricio Macri, pasando por distintos funcionarios, representantes de distintas fuerzas políticas y hasta militantes sin cargos jerárquicos, parecieron estar más pendientes de encontrar las culpas en el otro que de hacer una autocrítica.
Es tan evidente el cambio climático, con fenómenos que ya no resultan sorpresivos y hasta se podría decir que son esperables, como la falta de obras que permitan aliviar la situación ante inundaciones tan importantes.
Pero las causas de los desbordes de ríos y arroyos no pueden explicarse solo desde el cambio climático y la desidia de algunos gobernantes, sino que también deben mencionarse, entre otras cosas, los canales clandestinos realizados en zonas rurales; y la realización de barrios cerrados construidos a la vera de las cuencas hídricas, con relleno de zonas linderas a los ríos para crear bellos ambientes verdes, lo que reduce la capacidad de absorción ante fuertes lluvias.
Pero ante la ausencia del Estado, ante tanta imagen desoladora que reflejaban los distintos medios de comunicación, ante tanta tristeza que generaba ver a familias enteras evacuadas u observar a hermanos sobre los techos de sus viviendas inundadas, cuidando lo poco que les quedaba, emergió la solidaridad del pueblo argentino.
Y las localidades a las que llega Sendero Regional, no fueron la excepción.
En Lobería, el Grupo Solidario se movilizó inmediatamente, se comunicó con el Grupo Cáritas Diocesana de Mercedes y convocó a los loberenses a realizar donaciones.
Y la comunidad de Lobería respondió de gran manera. Fue conmovedor ver llegar a la sede local de Cáritas y al fogón de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, a cientos de vecinos con elementos de limpieza y desinfección, alimentos no perecederos, colchones, frazadas y ropas para los hermanos inundados.
Tan buena fue la respuesta de la comunidad, que no bastó con el fogón de la parroquia para guardar las donaciones, y debió utilizarse también la secretaría de la iglesia.
La campaña tuvo una duración de cuatro días y la mercadería salió a principios de semana rumbo a Mercedes, desde donde se distribuirá a los afectados.
En San Cayetano, trabajaron en conjunto Radio Z, Juventud Radical, comedor “La Hora Feliz”, Iglesia Pentecostal Argentina y Parroquia San Cayetano, y durante el fin de semana, lograron llenar un camión y un acoplado de donaciones, que salieron rumbo a la zona afectada por la inundación..
Lo mismo sucedió en Juan N. Fernández, donde los niños de catequesis de perseverancia junto a su catequista y madres, recibieron donaciones en el salón junto a la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
Inmediata fue también la respuesta de la comunidad de Claraz, que en los primeros días de esta semana recibió elementos de necesidad para los inundados en la Delegación Municipal, para luego enviarse hacia Juan N. Fernández, desde donde serán trasladados a la zona afectada por las crecidas de los ríos.
Lo propio sucedió en las delegaciones de La Dulce y Ramón Santamarina, al igual que en el depósito municipal de Necochea, donde se recolectaron gran cantidad de pañales descartables, botas de gomas, zapatillas, elementos de higiene personal y para la vivienda, frazadas, agua potable y alimentos no perecederos.
Realmente es gratificante ver como el pueblo argentino mantiene viva su esencia solidaria, sensible y humanitaria, preocupándose por el bienestar de quienes lo necesitan, sin especulaciones políticas, jugándose por el otro. Pero claro está que esto es reactivo (ex-post) y no preventivo, necesitamos un Estado presente, con planes hídricos sustentables que involucren el cambio climático y el desarrollo de las localidades y sus zonas rurales, necesitamos compromiso ciudadano con integración política.
La sociedad toda junto a los gobernantes debe participar elaborando planes y propuestas, denunciando los abusos, errores y desarrollos clandestinos tanto públicos como privados. La solidaridad es un primer escalón en la consecución del compromiso ciudadano con integración política, en Argentina necesitamos que la sociedad toda se involucre y participe.
CARLOS LABORANTI
Director Ejecutivo
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