En estos poco más de 60 días que lleva a cargo de la Municipalidad de Necochea, el intendente municipal, Facundo López, ha dado varias muestras, desde el discurso y desde los hechos, que piensa darle mucha importancia al bienestar de Juan N. Fernández, La Dulce, Claraz y Ramón Santamarina. A esta altura, los “mayores” afirman: “Escoba nueva barre bien”…
En poco más de dos meses, el nuevo gobierno ha logrado que los delegados de cada localidad y en especial las comunidades del interior, se sientan más acompañadas de lo que habían sido en los últimos años.
En algunos casos, los delegados anteriores hicieron esfuerzos denodados por brindar eficientemente los servicios y solucionar los inconvenientes de los vecinos, pero muchas veces, la falta de recursos y lo poco que eran escuchados en el municipio, hacía que terminaran fracasando en sus intentos.
La actual gestión, más allá de los graves problemas económicos con los que recibió la comuna, desde el primer día tomó una decisión que fue recibida con beneplácito por el pueblo: que los principales funcionarios tengan una presencia permanente, que escuchen cara a cara a los vecinos y traten de ofrecer soluciones por intermedio de los delegados.
Fue así que el secretario de Gobierno, Diego López Rodríguez, realizó ya varias visitas a cada una de las localidades del interior, además de mantener un contacto permanente con los diferentes delegados; Horacio Ferini de Juan N. Fernández, Juan Ángel Garré de La Dulce, Susana Pancotti de Claraz, Angel Molvert de Santamarina y Estela Pastor de Quequén.
Sería ilógico pedirle al nuevo gobierno necochense que en tan poco tiempo, hubiera solucionado los grandes pedidos del interior, pero se puede decir que el arranque ha sido positivo, puesto que ha intentado dar respuesta a las cosas sencillas, como el mantenimiento de calles o limpieza del pueblo.
Para ello, es vital contar con las maquinarias en buen estado y el combustible necesario para su funcionamiento y, en ese sentido, se están arreglando las máquinas viales que se encontraban desde hace tiempo en desuso, especialmente en La Dulce y Santamarina.
Pero como hay cosas que no pueden esperar, hasta tanto las máquinas estén disponibles, en algunos casos se está trabajando manualmente, al menos en las tareas que son posibles realizarlas de tal manera.
Pero no todo está referido a tareas de mantenimiento o de servicios públicos, sino que rápidamente se está intentando dar solución a viejos reclamos, como por ejemplo la apertura del matadero municipal de La Dulce, que se encuentra cerrado desde 2013. El intendente López tomó nota y con premura ordenó resolver la situación. El primer paso ya se dio, y fue la inspección realizada por la Dirección de Bromatología.
También hubo una inmediata respuesta ante la solicitud de un guardavidas más para el balneario “José Wernld”, al punto que pocos días después del pedido, el nuevo socorrista ya estaba trabajando en el hermoso lugar junto al Puente Blanco.
A esto se le podría agregar la presencia del subsecretario de Innovación, Producción y Desarrollo local, Donald Macleod, quien se reunió con productores de porcinos de Claraz, Juan N. Fernández y La Dulce; o la visita del director de Cultura, Gustavo Sunino, a la Casa de la Música y las Artes de Juan N. Fernández.
Hasta el momento, el nuevo gobierno municipal ha tenido numerosos gestos que permiten a los vecinos del interior, ser optimistas.
En el “debe”, puede mencionarse el hecho de que el jefe comunal aún no ha visitado las localidades del interior; y que al menos por un tiempo, habrá que seguir aguardando por la prometida votación para elegir a los delegados.
Comenzamos esta columna de opinión mencionando un conocido aforismo, con la esperanza de que la nueva escoba pueda perdurar en el tiempo con su buen barrido.
Las comunidades de La Dulce, Juan N. Fernández, Claraz y Ramón Santamarina dieron su voto de confianza, se muestran predispuestas a apoyar y ayudar en lo que puedan; nosotros deseamos fervientemente que lo que comenzó de buena manera, no termine generando una nueva desilusión en el varias veces defraudado, pero a la vez siempre esperanzado pueblo del interior.

Carlos Laboranti
Director Ejecutivo