En TODOS o en el 90% de los medios del distrito, aparece la noticia de los «Dos dulcenses demorados por tenencia ilegal de armas de fuego». ¿Quién no va a entrar a leer semejante titular? Si hasta parece que pudieron haber hecho un allanamiento y secuestrado armas en un operativo impresionante de quién sabe qué caso de qué delito grave.

Tal delito fue un padre y un hijo cazando con armas no declaradas. ¿Está mal? Si. ¿Es para tanta exposición como si fueran dos delincuentes peligrosos? No, no creo. De hecho los delincuentes peligrosos gozan de más garantías, por lo menos generalmente se preserva su identidad. En este caso, figuran sus nombres, apellidos, edades y por si fuera poco, aunque de espaldas, LA FOTO.

¿Todo esto para mostrar un buen trabajo de la policía? Si hasta parece un chiste. En el Kilómetro 76 de la Ruta 86, donde se registran la mayor cantidad de hechos de avigeato sin resolver. ¿Y van a encontrar a dos personas cazando perdices? En realidad no parece un chiste, parece una tomada de pelo.

En La Dulce, donde todos sabemos quién es quién… que aparezca este titular en los medios, da bronca. En La Dulce, donde entran a los campos, revuelven todo con total impunidad, se llevan lo que quieren, lo venden y nadie ve nada y NADIE ESCLARECE NADA, da bronca. Y cuando digo que no se esclarece, hablo puntualmente del robo al campo de la familia Hammers, del robo en la quinta donde habitaba Juan Tomas Ritterband, del intento de robo, porque al no encontrar nada de valor, no se llevaron nada, del campo de Antonio Ciancaglini, donde hace pocos días rompieron las puertas de una casa, las tres casillas, el garage y un galpón y en el mismo lugar, en octubre se llevaron los únicos ocho corderos que había y hace dos meses carnearon un novillo  y de los robos «menores» por llamarlos de algún modo a las quintas de nuestra localidad. Es claramente una tomada de pelo.

Dos dulcenses demorados por tenencia de armas y once perdices muertas.

Uno de los demorados tiene 18 años. ¿Quedará ese joven de nuestra localidad con una «entrada a la comisaría»? ¿Por andar cazando con su padre?

Mientras tanto, los que delinquen… bueno, de eso mejor ni hablemos.