Agricultura y ganadería por ambientes.

Entrevista AGRICULTURA Y GANADERÍA POR AMBIENTES Con el objetivo de mostrar desde adentro un campo mixto del sudeste bonaerense, Visión Rural entrevistó al ingeniero agrónomo Gustavo Almassio, administrador de El Totoral, una empresa familiar con 134 años de historia, quien con pasión comenta el logro de algunos de sus sueños… Alvin Tofler dice “El analfabeto

Entrevista

AGRICULTURA Y GANADERÍA POR AMBIENTES

Con el objetivo de mostrar desde adentro un campo mixto del sudeste bonaerense, Visión Rural entrevistó al ingeniero agrónomo Gustavo Almassio, administrador de El Totoral, una empresa familiar con 134 años de historia, quien con pasión comenta el logro de algunos de sus sueños…

Alvin Tofler dice “El analfabeto del futuro no será aquel que no sepa leer o escribir, sino aquel que no sea capaz de desaprender cosas viejas para aprender otras nuevas”

Para comenzar, Gustavo comenta que El Totoral se compra al fisco provincial en el año 1878. Es decir que hay 134 años de historia. Actualmente vive en el casco original. En sus comienzos eran unas 1700 ha, hoy son 332 ha, coexistiendo las paredes de barro, la cocina a leña Istilart  con los servicios de Internet, wi-fi y TV HD digital.

¿Cuándo te hiciste cargo de la administración?

Apenas me recibí de Ingeniero Agrónomo en 1990 me hice cargo de la administración de El Totoral; hacía un año que la casa estaba deshabitada, los viejos pobladores fueron terminando su vida… y mis padres, por problemas de salud de mi madre, estaban radicados en Necochea.

¿Qué objetivos te fijaste?

El objetivo original era “salvar” la historia, no me movieron intereses económicos. Pero está claro que quería hacerlo producir en cada rincón… El campo había estado alquilado los últimos años. Estaba todo por refundar. Y no había ningún tractor ni herramienta. Pero ahí, frente mío estaba el campo, donde de chico soñaba con que los grandes me dejaran llevar mi caballo a un lote con buen pasto. Y de repente… me encontré con la responsabilidad de sacarlo adelante, dispuesto a cumplir mi promesa, cuando poco antes de su muerte en 1983 le dije Don Fausto Lencina, mi tío abuelo y dueño, que yo iba a seguir con el campo, que iba a estudiar agronomía para aprender y que El Totoral no iba a desaparecer… Y en eso estoy casi 30 años después, en plena tarea.

¿Por dónde comenzaste? ¿Cómo mapearon la profundidad de la tosca?

En 1990 realizamos el trabajo de campo para recibirnos de Ingenieros Agrónomos junto con 2 compañeros de facultad, Marcelo González Mesa y Pablo Santirso, contando con la colaboración de un gran amigo, Laureano Boga, también egresado de Balcarce. Con un hierro con punta, graduado cada 10 cm fuimos tomando nota a qué profundidad estaba la tosca, principal variable que define la capacidad de retención de agua. En un principio volcamos los datos a un mapa confeccionado en papel milimetrado, trabajando de modo muy artesanal. Las “herramientas” utilizadas fueron un sulky -para medir el perímetro- y un transportador de chapa -con el cual se dibujaron los ángulos del campo-; así elaboramos el mapa “de precisión”. Posteriormente, el Dr. Coulot (INTA Balcarce) nos facilitó un programa para digitalizar el mapa; ¡toda una novedad! Dividimos entonces el campo en sectores de acuerdo a rangos de profundidad: 0-40, 41-79 y más de 80 cm, ocupando cada uno 25, 45 y 30% de la superficie agrícola, respectivamente. Los bajos dulces, muy productivos por esos tiempos en verano (hoy se usan todo el año), representan el 15% del total de la superficie del campo

Entonces ¡Basta de sembrar de alambra a alambre! La clave: a cada ambiente lo suyo

A partir de esa clasificación se organizó la agricultura, en siembra directa (SD) desde 1996; el girasol y maíz solo en suelo profundo, en los intermedios trigo, avena, colza y en los sectores someros trigo y praderas. A partir de 1998 apareció la soja y demostró que podía funcionar aún en suelos con tosca entre 40 y 60 cm, y con ella, la posibilidad del doble cultivo. Buscando opciones para esta nueva alternativa, incorporé la arveja, seguí con la avena y colza y por último, la cebada; todos cultivos que permiten sembrar antes la soja de segunda.

¿Y la ganadería?

La ganadería en esa época ocupaba los bajos dulces de octubre a abril y las pasturas de loma somera de mayo a diciembre (se dejaba diferida del otoño). Las reservas forrajeras usadas eran rollos de moha. La carga era de una vaca por ha, ciclo completo, vendiendo los novillos alimentados a raigrás en la primavera, con 14-15 meses de edad y unos 380 kg. Debo decir que lo que más me gusta es la ganadería. Y con la incorporación de José Mendoza como empleado, hoy además socio y amigo, las trabas comerciales al trigo y la adopción del silaje de sorgo ¡todo cambió!

Y comenzó la etapa de la ganadería con mentalidad agrícola. Así, “robándole” una fracción al sector intermedio, comencé con  sorgo para silaje, que me asegura una producción estable de 12-14 t MS/ha, y una avena muy bien fertilizada para uso de la invernada, para luego ir a una soja de segunda. Y me animé un poco más, leyendo los datos de Miguel Raimondi (Veterinario y asesor de Cambio Rural), comencé a ensilar cereales de invierno.

Hacia una Agricultura para la ganadería…

Pusimos todo el campo al servicio del ciclo completo. Se incorporaron los lotes profundos para hacer silaje de cebada pero con alta tecnología (130 kg/ha S10, 200 kg/ha de urea y fungicida) a continuación maíz de segunda temprano, trigo como componente de la ración y también como silaje planta entera, arveja, sorgo en todas sus variantes: granífero, doble propósito para silaje, y diferido; ese lote después se usa como “espacio físico” para parición de las vacas alimentadas a silaje de cebada, granos de maíz y de cebada bajo calibre.

La soja ocupa un lugar muy importante en este esquema aunque no es “la estrella”. Me permite “estar en dólares” para comprar los insumos para el resto de los cultivos y forma una dupla muy buena con el sorgo: la soja sobre rastrojo de sorgo rinde 4 a 5 qq más y el sorgo sobre soja se establece muy limpio, sin problemas de gramíneas.

Pero… al revés de lo que le ocurre a la mayoría, para hacer agricultura para venta de granos  tuve que alquilar otro campo. No es tan fácil mudar el “circo” ganadero a otro lado: hoy en El Totoral tenemos funcionando un esquema a base de autoconsumo de silos bolsas, ubicados en las lomas con pendiente y con tosca cerca: buen drenaje y menos barro; los que usamos en verano se ubican cerca de montes y aguadas, destinando al destete y la invernada. Una muy buena manga con balanza y sombra en todos los lotes; un viejo y fiel John Deere tira el mixer  que usamos para repartir mezclas de granos y a veces balanceado, un pinche para rollos y una sembradora Juber de 3 metros de ancho para hacer los verdeos, completan el “parque de maquinarias” (más que parque es un “jardín”…).

No hablamos de reservas forrajeras. Sí de base forrajera. Y aporte de granos producidos en el establecimiento.

¿Cómo son los números de la ganadería?

En la actualidad contamos con 250 madres, raza Angus colorado y estimo que ese será el número a estabilizar. Realizamos inseminación artificial a tiempo fijo, de eso se encarga mi amigo y veterinario Francisco Cejas, en un 80% del rodeo, con un rumbo definido, usando datos del Breed plan argentino, con genética de la cabaña Casamu. La parición es en un 80% entre el 15 julio y 15 de agosto y el 20% de fines de agosto a septiembre. El % de preñez oscila entre 94,5 y 97,5%, el % de destete entre el 90 y 93%, incluyendo las vaquillonas de 15 meses.

Las vacas a partir del último tercio de gestación son alimentadas a base de autoconsumo de silaje de sorgo en mayo/junio y silaje de cebada desde allá a septiembre, los terneros hacen “creep-feeding” en la pastura. En octubre vaca más ternero pasan a los bajos y a un lote de avena panojada.

El destete se hace en enero con un peso entre 160 a 180 kg. Los terneros se recrían a silaje de cebada más un corrector proteico; las terneras para reposición o venta como vaquillonas preñadas pasan en mayo a la avena hasta octubre que se inseminan. Las vacas siguen en los bajos hasta abril, mes en que comenzamos con el aporte de rollos de avena, moha y cola de máquina hasta mayo. Así, la producción de carne del componente cría es de 273 Kg/ha/año y el costo del kg de ternero (alimentación, sanidad, personal, veterinario e inseminación) $ 7,68.

La invernada de machos continúa con silaje de cebada/trigo o sorgo granífero en autoconsumo, usamos arveja como corrector proteico o balanceado según convenga por precio. Cada bolsa de autoconsumo se transforma en “un lote”, tratamos de tener novillos en las 4 estaciones y vamos regulando el ritmo de engorde, así que contamos con varios grupos. En mayo-junio-   julio la idea es comprar terneros livianos para agregar a la producción propia. El peso de venta es entre 380 y 420 kg.En uno de los esquemas de invernada usados en 2011, la producción de carne de la invernada fue de 480 Kg/ha en 284 días y el costo de $ 5,01 por kilogramo producido, esto puede variar de acuerdo al cambio de precio en los alimentos, el 78% del  costo es alimentación. En un sistema como este, mas que la producción de carne/ha  nos importa el costo por Kg producido. Y tratamos de ir monitoreando su evolución, tratando de no hacer cambios bruscos en la estrategia de alimentación. Pero hay muchísimo por aprender.

Solo conservamos 30 ha de pastura de festulolium, cebadilla perenne, trébol blanco y pasto ovillo en una loma somera para usarlo en la parición de vacas viejas y vaquillonas de primera parición. Los bajos dulces son refertilizados con P y N, lo que nos permiten mantener una carga de 5 vacas por ha en verano (desterneradas desde enero).

La clave está en lograr excelentes cultivos para  verdeos de invierno para pastoreo directo y para ensilar , reduciendo de este modo costo del kilo de MS producida. Por esa causa,  la cebada para silo va en los mejores lotes y el sorgo se fertiliza con N.

Esta última campaña tuvimos el record de producción de de cebada: 15.200 kg de MS/ha,  con un 40% de MS y 8% de proteína, realizada en grano pastoso. En años anteriores obtuvimos entre 7 y 10 t MS/ha pero eran lotes de la categoría “40-60 cm”. Sobre ese mismo lote estamos por cosechar un maíz estimado en 6000 kg/ha y el sorgo granífero de segunda picado rindió 13.000 kg de MS/ha.

El costo del kg de MS de silaje de cebada fue de $0,30, incluyendo la bolsa y el valor de oportunidad del campo (medio alquiler, el resto lo absorbe el cultivo que sigue), estimado en 250 dólares la hectárea. En general el sorgo es muy estable, con un piso de 12 t MS/ha, con un contenido de MS de 29 a 33% según sea doble propósito o granífero. El costo esta última campaña fue de $ 0,32/kg de MS.

Lo más importante es la previsibilidad. Uno puede planificar su estrategia sabiendo con qué recursos cuenta tanto en cantidad como calidad. Es más eficiente del agua: todo el año hay cultivos.

La rotación de cultivos es muy relevante. El sorgo es clave por su aporte de carbono, no solo en la parte aérea, sino también por las raíces. (El maíz va solo a lotes profundos )y  fertilizamos todo con P, solo varía si hay cambios bruscos de precios del fertilizantes: 130 kg/ha en cereales de invierno y colza, 80 kg/ha al sorgo y soja y 120 kg/ha SPT a la arveja. Tratamos de devolverle lo mas posible al suelo. No pastoreamos rastrojos. Notamos  el efecto positivo de la re localización y reciclado de nutrientes debidos a la alta carga en el lote de parición cuando sembramos la soja o sorgo en ese lote…:  algo vuelve al suelo , en otro lote, de lo que extrajo el cultivo para silaje en otro potrero.

¿Cómo resolviste el tema del personal? ¿Cómo y dónde se capacitan? ¿Los tienes habilitados? ¿Podemos decir que son socios de la empresa familiar El Totoral?

La motivación es clave. Regularmente nos reunimos con José Mendoza (ya tiene su propio rodeo) y Francisco Cejas, nuestro veterinario. Se planifican todas las acciones a seguir con mucho tiempo y existe una excelente comunicación entre todos. El trabajo es en equipo y la remuneración acorde al esfuerzo, conocimiento y pasión. Todos estamos al tanto de los costos.

Reflexiones que quieras dejar para tus colegas, productores pequeños y medianos del sudeste bonaerense.

La pasión es el combustible que mueve todo. El trabajo en equipo, la clave ¡Aprender a medir! ¡A cuantificar y comparar!; pesadas mensuales, análisis de cada alimento, achicar el “depende”.  Como ciudadano, participar en instituciones, protestar, hacerse oír, pero no quedarse en la queja. Adaptarse a los cambiantes escenarios de nuestro país con ingenio, con esquemas versátiles y flexibles. Estar abiertos a escuchar, a aprender, a compartir experiencias y, a salir de ese individualismo tan argentino…

Hoy puedo decir que es factible cumplir los sueños… mantener la tradición, la historia, realizar una agricultura y ganadería sustentables con una mirada a largo plazo a pesar de todo. Con errores… y mucho para seguir aprendiendo. No es fácil pero es posible. Hay que animarse.

Un párrafo aparte para el apoyo de la familia, mis padres, mis hermanos. El privilegio de poder compartir los logros con el “viejo” ya pasados largamente los setenta y pico y que vea que El Totoral avanza. Y el agradecimiento a Martín Patalagoity, mi contratista de silaje y Rubén Carrasco y Claudio Stemphelet de siembras, pulverizaciones y cosecha: sin su apoyo no sería posible avanzar. Como ven, para mí los números son importantes… pero las personas, son imprescindibles.

NOTA: Quienes hacemos Visión Rural agradecemos a Gustavo por su tiempo y lo felicitamos por sus logros y por las reflexiones finales.

GALERÍA DE FOTOS QUE APARECIÓ EN LA REVISTA VISIÓN RURAL.

FUENTE: versión impresa de Visión Rural. Año XIX N° 92. MAYO-JUNIO 2012. ISSN  0328 7009

 

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