El 24 de julio pasado, día frío y gris, Joanie López nos dejaba y junto a su partida, nos quedaba una gran tristeza por perder a una mujer que hizo tanto por tanta gente, sin buscar nada a cambio.

Fue tan grande, tan noble, tan buena y tan considerada que difícilmente alguien pueda igualarle. llena de sabiduría y bondad.

Ella era de esas personas que cuando uno conoce y entabla un vínculo, cada palabra que pronunciaba, quedaban resonando en la mente durante mucho tiempo, como buscando un lugar donde archivarse, para aparecer mágicamente tiempo después, cuando fueran necesarias. Sabía tanto y de tantos temas, que hablar con ella no podía ser algo pasajero, había que ir con tiempo para escucharla, porque cada charla era un aprendizaje.

Era tanto lo que sabía y tanto lo que había trabajado para mejorar la vida de mucha gente, insisto, sin buscar nada a cambio, que me gustaba la idea de que generaciones más jóvenes la conocieran y supieran que el jardín de infantes donde comenzaron sus vida escolar o el colegio secundario, el nivel más alto de edcación que hay en nuestra localidad, no hubieran sido posibles, o por lo menos no de la manera y en el tiempo en el que surgieron, si no hubiera sido por Joanie.

Así fue que le propuse hacer una nota, donde ella contara parte de su vida y que conociéramos además, parte de la historia y de los comienzos de algunas de nuestras instituciones, su lucha por el medio ambiente y por los recursos hídricos, su amor por la naturaleza… y el 24 de julio de 2019, nos recibió en su casa de Malal Tuel Chico e hicimos la nota. Esa nota, tuvo algunas interrupciones de Don Alejandro, algo que a Joanie le causó mucha gracia, pero me pidió que no las publicara, que editara el víde. Días más tarde, me llamó y me dijo que prefería hacer una nueva nota, porque se había acordado de más cosas para contarme y que le gustaría hacerlo. Por ese motivo, el vídeo no fue publicado. Al poco tiempo volví a visitarla, pero fue visita de cortesía, no hubo vídeo y allí acordamos que pronto grabaríamos el siguiente video.

El tiempo voló y por distintas razones no volví a visitarla. Finalmente, con las restricciones de la pandemia, no volvimos a encontrarnos. Sólo nos comunicabamos por teléfono o por email, siempre planeando esa nueva nota que nunca pudo ser.

Luego de su fallecimiento, pedí permiso a sus hijos para publicarla, previa edición, como ella me había solicitado en su momento. Si bien quedaron muchas más cosas por decir y por contar, al menos nos queda este vídeo para que quienes no la conocieron, lo hagan y quienes sí lo hicimos, la recordemos, valoremos, honremos y homenajeemos a una gran mujer, que se cruzó en nuestros caminos y dejó su huella.