Lo que semanas atrás generó esperanza, se transformó en preocupación en algunos vecinos, por un montículo de tierra que hay en una de las calles que rodea el barrio y que obstaculiza media calzada.

La calle en cuestión es la 18, lo que la convierte en más peligroso aún, ya que suele ser uno de los accesos al cementerio, utilizada por gente que no vive en nuestra localidad y que pueden no estar prevenidos de esta situación.

Como dijimos al principio, en un principio generó esperanza en los vecinos, creyendo que pronto comenzaría el arreglo de las calles. Pero lejos de ocurrir, quedó el montículo abandonado y las calles siguen sin el debido arreglo.

Esa no es la única calle que necesita arreglo. Prácticamente todas las calles de tierra de nuestra localidad, se encuentran en un estado de total abandono y con necesidad de arreglo urgente.