Triunfo final en casa y todos
contentos. En un cierre de
año que no fue de lo mejor
para Deportivo La Dulce.

Con esta victoria 3 a 1 ante
Villa Díaz Velez (4 a 1 resultado
global) el “rojinegro” continuará
participando en la Zona A
del torneo organizado por la Liga
Necochea de Fútbol.
Etapa de balances y el resultado , a lo largo del año, fue sumamente mediocre.
Se llegó a esta instancia de disputar la Permanencia por los bajos resultados
obtenidos en la 2da ronda. En el comienzo se lograron triunfo importantes,
se demostró tener “pasta” de campeón, pero ese sueño se fue desvaneciendo
con el correr de los partidos, agravado por la cantidad de jugadores lesionados
y vitales para el esquema táctico (Aguilera, Luiz, Aued por citar sólo algunos de
los que forman parte de la columna vertebral de este equipo).
Y poco a poco se fue perdiendo la brújula de un conjunto que brindó muchas
ventajas, desde lo físico, lo anímico y obviamente desde el juego mismo .
Una seguidilla de seis derrotas al hilo terminó por hundir este barco, que hace
tiempo estaba a la deriva. Y ahí apareció la sangre joven (Mac Donald, Herrera,
Alberti)para que el desastre no fuese tan tremendo. Pero fue doloroso.
Panorama impensado, sobre todo teniendo en cuenta que Deportivo siempre
fue protagonista en las últimas ediciones, resultados angustiantes que no hicieron
otra cosa que agravar la situación. De ser fuertes en nuestra casa se pasó a ser
frágiles, cualquiera le pintó la cara, y se sabe que en un pueblo como el nuestro el
rendimiento manda. Y ahí todos somos Directores Técnicos. Puede gustar o no,
pero hubo cosas que se hicieron con una carencia de criterio abismal. Planteos
tácticos mal hechos, inclusión de jugadores por portación de apellido y para
coronar un año desastrozo: ausencia en el partido final. Una falta total de respeto
hacia quienes confiaron en Fermín.
Y ahí fue este grupo de jugadores a remar contra la corriente, ante todo y ante
todos. Y ayer revirtieron esta situación. Dejaron el alma en la cancha, los músculos
que no respondían, cansancio, calor, la cuota goleadora de Abadíe siempre presente,
el temperamento del “Bocha” ordenando el equipo, la experiencia de Ducant, los
destellos de magia de un interminable “Viruta” y el esfuerzo de todo el equipo
hicieron que el Depo continúe en la A.
Llegará el momento de replantearse muchas cuestiones, desde la dirigencia, el
banco y también desde los jugadores mismos. Para no repetir los mismos errores.
Podemos respirar tranquilos. El barquito a la deriva salió a flote, pero no hay que
confiarse. Las aguas siempre amenazan con castigar.
La historia del club fue grande y merece ser valorada. Hay que continuar
escribiéndola con la misma pasión y el orgullo de siempre.
Matilde Díaz