Hoy a partir de las 15.00, en el Dannevirke, la colectividad danesa festeja el Día de San Juan.

A las 15.00 habrá misa en castellano a las seguida de un café. Cuando caiga la noche se encenderá la fogata y la bruja será enviada a Blocksbjerg. (algo así como a las montañas) Es una vieja superstición que cada año, las brujas se reunían en la noche de San Juan en la montaña alemana en Harzen. Volaban desde Dinamarca cada una en su escoba y ¡volvían a casa así también! Cada parroquia tenía su bruja.

Hace mucho tiempo era mortalmente serio. Era creencia común que realmente existían las brujas y que eran culpables de muchas desgracias. Ellas estaban aliadas con el diablo mismo y eran sus secuaces. Nada bueno podía esperarse de ellas, al contrario. Por eso debían ser descubiertas, juzgadas y quemadas. Seria eliminar el mal. Para nosotros, hoy en día, la superstición y el procesamiento son una bestialidad. ¡Pobres inocentes mujeres que fueran expuestas a tan grandes e injustas acusaciones y condenadas por cosas que nunca habían hecho o pudieran hacer!
De todas maneras, no estamos tan lejos del deseo generalizado de vivir sin que la maldad nos arruine la vida. Si se ha cometido un delito, los criminales deben ser identificados y responsabilizados. Deben ser juzgados. Así pensaban también cuando quemaban brujas. Las brujas eran culpables y como cualquier culpable, ellas negaban sus hechos/delitos. La confesión debía ser forzada a través de la tortura. Y así se hacia. Esto ya no se hace más, El sentido de justicia exige identificación y castigo. Volviendo a la fiesta, esta le pertenece a San Juan. La mayoría no piensa demasiado en quien es San Juan. Él es mejor conocido por el apodo de Bautista. Es el Juan Bautista bíblico, que justamente nació 6 meses antes que Jesús. Su cumpleaños es el 24 de junio. Juan Bautista también quería eliminar la maldad. Él criticaba a los poderosos de la época. Identificaba a los falsos e hipócritas judíos piadosos y blandía el látigo sobre las pequeñas estafas de la gente común. Pero su método no consistía en juicio y castigo, sino en que la gente terminara con su vida anterior, se distanciara de ella y la cambiara por una vida más verdadera y pura. Debían transformarse en nuevas y mejores personas. El le daba una oportunidad a las personas. Quizás vale la pena celebrar este punto de vista mientras se quema la hoguera.

Todos los que deseen continuar con esta tradición, son bienvenidos en el Dannevirke.

Fuente: boletín de la Iglesia Danesa,